La amoxicilina es un antibiótico ampliamente utilizado y perteneciente a la familia de las penicilinas. Su ingrediente activo, también llamado amoxicilina, actúa combatiendo bacterias e impidiendo su crecimiento. Es un fármaco de amplio espectro, lo que significa que es eficaz contra una gran variedad de bacterias.
La dosis recomendada de amoxicilina varía según la edad, el peso, la gravedad de la infección y la función renal del paciente. Generalmente, para adultos, la dosis habitual oscila entre 250 mg y 500 mg cada 8 horas, o 500 mg a 875 mg cada 12 horas. Es crucial seguir las indicaciones del médico y completar el ciclo completo de tratamiento, incluso si los síntomas desaparecen antes, para asegurar la erradicación completa de la infección.
La amoxicilina se utiliza comúnmente para tratar infecciones bacterianas como: infecciones del oído (otitis media), infecciones de las vías respiratorias superiores (sinusitis, amigdalitis, faringitis), infecciones del tracto urinario, infecciones de la piel y tejidos blandos, y neumonía.
Algunos análogos de la amoxicilina, es decir, otros medicamentos con el mismo principio activo, incluyen:
Amoxicilina Sódica
Amoxicilina Trihidratada
Clavulanato de Amoxicilina (combinación con ácido clavulánico para aumentar la eficacia)
Amoxil
Medicamentos con un efecto similar, que también son antibióticos y pueden usarse para tratar infecciones bacterianas similares, aunque con diferentes ingredientes activos, incluyen:
Azitromicina
Cefalexina
Claritromicina
Penicilina
Ciprofloxacino
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