Este medicamento ha sido sometido a rigurosos ensayos clínicos y ha obtenido las aprobaciones regulatorias necesarias para su comercialización. Los certificados de registro del carbonato de calcio como medicamento varían según el país, pero generalmente implican la aprobación por parte de las agencias reguladoras de medicamentos, como la FDA en Estados Unidos o la EMA en Europa.
La dosis recomendada de carbonato de calcio varía según la condición que se esté tratando y las necesidades individuales del paciente. Generalmente, las dosis varían desde 500 mg hasta 1500 mg al día, divididas en varias tomas. Es crucial seguir las indicaciones de un médico o farmacéutico, ya que la sobredosis puede provocar efectos secundarios como estreñimiento o cálculos renales.
El carbonato de calcio se utiliza principalmente para tratar las siguientes condiciones:
Acidez estomacal y ardor de estómago: Actúa neutralizando el ácido en el estómago, aliviando los síntomas.
Deficiencia de calcio: Suplementa la ingesta de calcio, especialmente en personas con osteoporosis, raquitismo o mujeres embarazadas o lactantes.
Hiperfosfatemia: En pacientes con insuficiencia renal, ayuda a controlar los niveles elevados de fósforo en la sangre.
Algunos análogos del ingrediente activo (carbonato de calcio) incluyen:
Citrato de calcio
Gluconato de calcio
Lactato de calcio
Fosfato de calcio
Análogos con un efecto similar, es decir, que también pueden utilizarse para tratar la acidez estomacal o como suplementos de calcio, son:
Hidróxido de aluminio
Bicarbonato de sodio
Magnesio (en forma de hidróxido de magnesio o carbonato de magnesio)